Como por un tubo

(descifrado de un fax borroso por unServidor)

Isolina Luz Ivanof (a.k.a. "la rápida"), nuestra encargada del área de "Transportes y Comunicación", ha tenido un idea brillante mientras jugaba con un caño. Ya que lo suyo es contactar (de eso se trata transportar de un punto a otro y comunicar a un punto con otro), y como no olvida nuestra causa popular, presenta el siguiente proyecto, que solucionaría algunos problemas de nuestro amado pueblo, si no fuera que votaron a otros los muy imbéciles.

Consiste en una gran palo (o faro, no entiendo la letra) erecto en medio del país, grueso y resistente, el cual sostendría una cabeza giratoria sobre la que descansa perpendicular un gran tubo articulado de unos 500 kmts de largo cuando está retraído, y 6.000 kmts totalmente extendido. Esta obra, única en el mundo, dispuesta a destronar a las 7 maravillas del ídem, permitiría solucionar importantes cuestiones, a saber:

1. Cuando una zona del país sufre una inundación, un extremo reposaría allí y llevaría el agua sobrante hacia otra zona con sequía (sobre la cual iría el otro extremo), transportando el líquido gracias al tornillo hidráulico de Arquímedes, propulsado con la energía de los molinos de viento construídos de paneles solares que habría sobre el techo de la tubería.
2. Cuando una zona del país sufre un incendio forestal, colocando en los lugares adecuados ambos extremos, el IN y el OUT, se lo podría apagar rápidamente con una lluvia de agua marina.
3. Cuando una zona del país está cagándose de calor, el extremo receptor apuntaría al sur, a la altura de Santa Cruz ponele, captando todo el fresco viento patagónico y redirigiéndolo hacia -un suponer- el Chaco. Esto ahora energía desperdiciada en ventiladores y aires acondicionados.

Hay otras ventajas, como por ejemplo llevar agua a las cataratas cuando están secas y hay turistas mirando. En una segunda etapa, podría incluso llevar el pescado desde los barcos en altamar directo a su parrilla, transportar chicos en colonia de vacaciones, deportar espías extranjeros, e incluso (ojo, esto es secreto, chito) caer por sorpresa en las Malvinas (sshhhh).

Como ven, hay mujeres que saben conducirnos mejor que lavar los platos. Sólo es cuestión de llenarles el tanque de combustible, y de que el electorado les haga dedo. Pero mientras insistan en rechazarnos... una lástima, che. Realmente.