(testificado en presencia de The Bug)
Citamos en forma textual el Art. 14 del Cap. Primero de la Primera Parte de la Constitución Nacional de la República Argentina:
"Art. 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender."
¿Qué quiere decir esto?
A simple vista pareciera que es simplemente la afirmación de cuales cosas y actividades son inalienablemente derechos de los ciudadanos, pero no.
Lo que subyace es algo mucho más importante.
¿Qué se necesita para ejercer nuestros derechos?
Uno podría suponer que lo que se necesita es un gobierno que los respete e instituciones sin máculas ni corruptelas que avasallen los derechos individuales, pero no.
Lo que se necesita para ejercer es estar vivo.
En otras palabras: la muerte es anticonstitucional.
Nuestro bloque unipersonal en la Cámara de Diputados (compuesto por el Dr. Gervasio "El Ocelote" Cerros) ha decidido -no unánimemente pero por lo menos con amplia mayoría ya que el diputado tenía algunas dudas pero estaba convencido en un 70% - presentar en el Senado un proyecto de penalización de la muerte porque no se corresponde con los altos ideales constitucionales.
Veamos algunos conceptos vertidos por el diputado:
"El proyecto es presentado en el Senado porque me queda más cerca, son menos escaleras desde el despacho y las várices me están matando. Si prospera, bueno, ahí sí haría el esfuerzo de ir hasta Diputados"
"Si se aprueba el proyecto, quienes se mueran serán pasibles de una condena de cinco a quince años de cárcel, según la circunstancia de su muerte. Como la condena será post-morten, ya que nadie es culpable de muerte hasta que se comprueba que está muerto, tampoco crecerá la población carcelaria, que es otro de los problemas que tendremos que atacar a la brevedad"
"Creemos que la medida disminuirá la tasa de mortalidad en un 95%, lo cual pondrá a nuestro país en primer lugar entre las naciones con mayor expectativa de vida. Esto parece una pavada, pero será posible el crecimiento nacional ya que los ciudadanos podrán tomar créditos a pagar en setenta u ochenta años, con la consiguiente disminución del valor de las cuotas"
"En la medida en que otros países se hagan eco de este proyecto y en más países se promulgue la abolición de la muerte, explotará la exportación de alimentos, que sabemos que es el fuerte del país. Ampliaremos de esta forma nuestro mercado, engrandeciendo al país"
Distintos gobiernos extranjeros ya han mostrado su interés en adaptar el proyecto en distintos puntos del globo, lo cual nos hace sentir una gran satisfacción.
Como siempre, mientras todos están preocupados por cuestiones superficiales como la estatización de las AFJP, nosotros estamos abocados a resolver la cuestión de fondo.
martes, 11 de noviembre de 2008
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8 comentarios:
El doctor Cerros olvidó los derechos inalienables de los no vivos.
Seguro que va a salir a defenderlos alguna ONG inaugurada a los apurones.
¿Es que acaso los zombies por su aspecto zaparrastroso y su marcha temblequeante no tienen derechos?
Los sofisticados vampiros de agitada vida nocturna, ¿ no son un atractivo turístico para cualquier ciudad?
Los hombres lobos, bueno, esos creo que sí están vivos, pero igual ¿por ponerse peludos una vez al mes, los vamos a discriminar?
Ni hablar de los fantasmas, que generan visitas guiadas y todo.
Zombies, vampiros y fantasmas, tendrán que jugarse y definir su condición: mientras tanto, para ellos se planea una moratoria para que revisen su estado de cosas.
Recordemos que a los tibios los vomita Dios. Y no queremos que justo sea acá.
La verdad que es injusto que no estemos gobernando, con proyectos como este es increible como crecería el país.
¡Un abrazo SPAMentoso!
Delegación S.P.A.M.
Tierra del Fuego
y cercanías.
Mi adhesión es total.
Propongo una multa a la muerte: si alguien se muere, sus familiares deberán acercarse al juzgado de faltas y pagar la multa que (en el mínimo caso) será equivalente a pasar diez semáforos en rojo o (en el máximo caso), cien atropelladas. Es más, los que mueren atropellados pagan indemnización a quien los atropella. Y si alguien muere porque otro se cruza en rojo, bueno, que se joda.
Lo bueno es que los reaccionarios de siempre se van a querer matar.
Es difícil vivir en este ispa pero ¿morir?¡tampoco nos podemos morir cuando queremos o nos toca , caramba!
Ah no... a mí no me van a encerrar así nomás. Me hago cremar y luego que me encierren y me ponga en la ventanita enrejada así vuelo y les lleno el piso de cenizas.jajaja
Hmmm.
Cerriwden, el doctor no se ha olvidado de los no vivos, pero esos ya estaban fuera de la ley desde antes.
Que regularicen su situación y después legislaremos al respecto.
unServ, si a mi me vomita Dios, por tibio, me va a hacer calentar.
Exacto, Profe, sobre todo crecería la población, es decir: más votantes.
Jorge, ya estamos agregando un inciso más al proyecto para incluir el temita este de las multas.
Es así, Chap, esperamos un gran suicidio en masa de la oposición y de esa forma además llegaremos al gobierno más rápido.
Mafa, cuidado.
Esta haciendo apología anticonstitucionalista.
No se arruine la vida, que encima ahora será más larga.
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