(transcripto desde código Morse por The Bug)
Miles y miles de personas se dieron cita en la Plaza Eurístides Chueco Mendizábal en respuesta a nuestra primer acción propagandística de la temporada Otoño-Invierno de S.P.A.M.
Nuestros jóvenes partidarios lograron con éxito convocar al gran pueblo argentino salud en respuesta a las operaciones que supimos conseguir.
Los carteles de desvío colocados estratégicamente sobre calle Florida lograron encauzar el tráfico peatonal hacia la plaza, al igual que los baches sembrados anoche en las principales arterias capitalinas hicieron lo propio con el flujo vehicular.
El sutil pero efectivamente divulgado rumor de que la fuente central de la Plaza Mendizábal obraría milagros económicos muy superiores a los platos de ñoquis del día 29 ("el que arroje dólares, recibirá dólares") ha aportado también algunos miles de almas.
Cuando la muchedumbre fue mucha y la gente empezó a emanar de las cercanas bocas del subte al grito de "¡Cede el piso, cede el piso!", nuestro gran Líder levantó una mano y pidió la palabra.
La masa obedeció al instante y un silencio sepulcral enmudeció la ciudad.
La gente, expectante, aguardaba una señal, un gesto, un "qué gusto tiene la sal", tal vez un sumbudrule o un techito por si llueve.
En medio del gentío, nuestro Líder, dirigió su primer mensaje al pueblo, paternal pero enojado.
"El que se cagó", dijo, "el que se cagó, por favor, que salga de la plaza por irrespetuoso".
Y cómo buen Líder, se hizo obedecer.
Así, con todo el pueblo presente menos uno, el líder siguió su discurso.
Miles y miles de personas se dieron cita en la Plaza Eurístides Chueco Mendizábal en respuesta a nuestra primer acción propagandística de la temporada Otoño-Invierno de S.P.A.M.
Nuestros jóvenes partidarios lograron con éxito convocar al gran pueblo argentino salud en respuesta a las operaciones que supimos conseguir.
Los carteles de desvío colocados estratégicamente sobre calle Florida lograron encauzar el tráfico peatonal hacia la plaza, al igual que los baches sembrados anoche en las principales arterias capitalinas hicieron lo propio con el flujo vehicular.
El sutil pero efectivamente divulgado rumor de que la fuente central de la Plaza Mendizábal obraría milagros económicos muy superiores a los platos de ñoquis del día 29 ("el que arroje dólares, recibirá dólares") ha aportado también algunos miles de almas.
Cuando la muchedumbre fue mucha y la gente empezó a emanar de las cercanas bocas del subte al grito de "¡Cede el piso, cede el piso!", nuestro gran Líder levantó una mano y pidió la palabra.
La masa obedeció al instante y un silencio sepulcral enmudeció la ciudad.
La gente, expectante, aguardaba una señal, un gesto, un "qué gusto tiene la sal", tal vez un sumbudrule o un techito por si llueve.
En medio del gentío, nuestro Líder, dirigió su primer mensaje al pueblo, paternal pero enojado.
"El que se cagó", dijo, "el que se cagó, por favor, que salga de la plaza por irrespetuoso".
Y cómo buen Líder, se hizo obedecer.
Así, con todo el pueblo presente menos uno, el líder siguió su discurso.
AGUSTIN POLONIO SBENZ
(Secretario de Prensa y Difusión)
(Secretario de Prensa y Difusión)
7 comentarios:
Para la próxima arreglaremos lo de nuestro aluvión de globos aerostáticos, que se nos volaron a la altura del Zoológico.
Acabo de llenar la ficha de afiliación ¡Cuántas preguntas!...
¿Foto/retrato del Lider no hay? Es para tenerla en mi escritorio.
Un abrazo Un nuevo militante
No sé qué carajo tocaron del RSS pero solamente me aparece la suscripción a los comentarios.
Plis, arreglen eso.
Ah, ahora sí, chagracia.
Vio camaraligionañera? Sólo dos minutos y satisfacción garantizada ¡así es nuestro Partido!
¡Ajá, así los quería agarrar!
Estrenan blog y no avisan.
Nosotras en cambio arrancamos con nuestro refashion superblog y les contamos a todos.Diga que es porque somos mujeres y le saco los lentes de un coscorrón.
Me llevo el panfleto, bah se lo cambio.
Congratulations camaradas monarcas.
La reina de su hogar
Apa, como dice nuestro insigne líder, "no hay que dar el gran salto hacia la popularidad antes de que haya suficiente gente que te acolchone el fondo del precipio".
Haremos pública nuestra existencia cuando los enemigos apátridas no tengan chances de esquivar el golpe.
Según nuestros cálculos eso puede ser bien pronto o nunca, más o menos.
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