lunes, 14 de septiembre de 2009

Dígale ¡SI! a la Crisis mundial

(comunicado telepáticamente a unServidor)

El capitalismo burgués, siempre mal visto por el anarquismo monárquico (por ambos) suele pendular cíclicamente desde estados de cancherismo ordinario a estados de pánico extra-ordinario. Durante la primera de ambas etapas, parece decir: "Soy re-grosso, una ciencia exacta, tengo una inobjetable físico-química ineludible que trasciende al mismo Dios. Bah, soy Dios. Pagá, o cobrás. Soy invencible, y sé que te gusto". Durante la segunda, el discurso que transpiran sus poros recubiertos de seda transmiten en cambio un: "Ay mamita, tengo miedo, me quiero matar, qué frágil me siento, esto no me lo esperaba, que Dios nos ayude, dale Dios pedime lo que quieras, prometo dejar uno de mis celulares, gustá de mí"...

Cuando Dios les responde socarronamente con un: "Pagá, o cobrás"... se tiran desde una terraza. Pero el camello no pasa por el agujero de la aguja, así que se desmiente el antiguo mito de que los ricos siempre caigan parados. Dios se encoje de hombres... ¡de hombros! Y susurra: "Viejo, estos yuppies no tienen aguante ¡no se bancan una joda!"...
Sin embargo, la chola que tiene su ranchito en la prepuna, no siente las fluctuaciones del Merval. Al alba no le llega el diario financiero sino el amanecer (y el cholo también, medio zigzagueante). No pierde lujos que no tenía, como una programación por cable que es la cumbre de lo ordinario (y el cholo también, pero no había otro). La cabra le sigue aportando la misma cantidad de leche que antes (y el cholo... bueno, ya saben). Sus plantitas de maíz le siguen dando choclo, y del manantial sigue brotando el líquido de la vida, indiferente al Down Jones o las promociones de Frávega.
Pero hay algo más: el capitalismo progresa en base a la explotación de recursos. Y el progreso implica que esta operatoria sea cada vez mayor. Sólo que nuestros recursos son finitos. O sea: también hay anchos, pero tienen un "The end" al final y después el telón se cierra. Y cada vez hay más público al que satisfacer, porque este sistema precisa para crecer de cada vez más clientes. Por lo tanto, que el sistema se "recupere" significa que el verdugo ya escuchó el despertador para venir a decapitarnos. Con la recesión en cambio, sigue en estado larvario, no nota que el perro le lame la cara para despertarlo, sigue en coma, y la guillotina se va oxidando a falta de uso y con suerte después no la destraba ni el WD40. Y bienaventurados los cuellos.
Por eso, nuestro partido apoya la crisis mundial de los que se alimentan mojando su pan en nuestros huevos fritos. Llamamos a marchar bajo el lema "Aguante la recesión"*. Marcharemos, porque no podemos pagarnos otro transporte.

*El slogan original: "Por una receta contra el desarrollo", ha sido descartado por sugerencia de nuestra Comisión de Combate Absoluto Contra La Anorexia (CoCACoLA).

TOMÁS TODENSSERI

3 comentarios:

LALE dijo...

Pobre chola.

Me quedé pensando en su manantial finito.

Jorge Mux dijo...

Vea, Unser, tengo que elogiarlo por las comunicaciones telepáticas que recibe.

licha dijo...

"se alimentan mojando su pan en nuestros huevos fritos" merece ser grafiteada, urgente! hasta puede hacerlo en esas paredes q fotografió y armar un debate grafitero en torno al tema, aver q pasa....