(arriesgado por unServidor)
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Estos días han incluído importantes fechas políticas: la celebración del último golpe de estado, el aniversario cero de la muerte de Alfonsín, y la conmemoración del desembarco en Malvinas. Mucha gente ha hablado y hablará sobre cada uno de estos eventos, tal como hicieron antes y harán después. Pero algunos de esos charlatanes han hecho correr el rumor de que nuestro Partido Anarquista-Monárquico no da opinión sobre nada de eso. Infamias.
Infamias. Primero, porque los medios masivos no quieren pasar nuestras declaraciones, bajo la excusa de que nadie nos conoce... Pero si tuvieran razón ¿cómo nos van a conocer si no publican nuestra existencia? No tiene lógica. Indudablemente, no se atreven a dar a la luz nuestras grandes verdades.
Segundo, son infamias porque el s.P.A.M. grita su opinión a quien quiera leerla y la escribe a quien quiera escucharla. Tenemos posturas claras sobre cada tema nacional, y no tememos darlas a conocer. Claro que nuestros opositores también dicen que no las conocen porque jugamos a dos puntas y no queremos perder posibles votos. Infamias (bis).
Eso también son infamias (bis), porque en primer lugar (bis), las puntas deben ser dos millones, fácil. Y segundo (bis), acá nomás dejamos claro que no nos amilana tener que opinar sobre estos temas y vamos al frente diciendo lo que pensamos.
Una vez aclarado esto lo suficientemente, no tiene sentido seguir extendiendo este artículo, por más que lo califiquen de neutro, o indefinido. Nuestra postura ha quedado clara y la repetiremos a todos esos necios que simulan no conocerla.
6 comentarios:
Coincido. No puedo estar más en descauerdo. Totalmente.
sintetizando está todo dicho... además de lo ya expuesto obvio.
Abrazo Spamentoso
Hay que dejar de decir lo que se dice cuando no se dice nada, y hay que empezar a no decir lo que se dice cuando se dice algo para que sólo se diga lo que debe ser dicho cuando debe ser dicho, y no extender innecesariamente lo que no debe ser dicho sin que haya necesidad de que sea dicho cuando no es necesario que no se diga lo que necesariamente hay que decir cuando necesariamente hay que decir algo y no se dice nada.
Qué quiere que le diga... ¡Usted lo ha dicho!
Ahora sé a qué partido pertenece un gerente que conozco.
Justo yo iba a preguntar cual era su opinión respecto a todo esto.
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