Comenzando la campaña, nuestro supercalifragilístico Partido Anarquista Monárquico es el único sin denuncias en su contra. No es un dato menor en estos tiempos, donde a Narváez le encuentran testaferros, a Lugo hijos, a Ibarra aduladores pagos y a Bullrich un totín. Por eso es bueno recordarlo: Nosotros no estamos en ningún juicio, ni siquiera en uno nuestro y sano. Nadie nos acusa, ni siquiera recibo. Nadie tiene la altura necesaria para pegar un chicle en la nuca de nuestro gran Líder, cuyo partido pega cada vez más fuerte. Y a los puños, los traemos llenos de propuestas. Es el caso de la futura ministra de Trabajo, ya escogida por el Líder (una trabajadora que le pintó bien, vean si no la foto) quien a continuación toma la palabra, como la toman pocas:
.
"Recientemente, nuestros cheboláhs recordaron el Día del Trabajo, trabajando. Porque ofrecerle un día para después dedicarlo a su contraria -la vagancia- es ilógico y hasta contraproducente: por eso se ve tanta gente traicionada infinitas veces por quien promete
el oro y el moro a sus electores o pretendientes. Porque se ha naturalizado la incoherencia, a la cual sólo el s.P.A.M. sabría manejar hasta dominarla.
En el día de la memoria, hay que recordar. En el día del amigo, hay que ser amigo. Así con todas las fechas, sean del animal, del filatelista ó de la ascensión de la virgen. Pero desde luego, no estamos locos: sabemos lo que queremos, y es obvio que el día de todos los muertos no hay que matarse ni matar a nadie (a lo sumo, fumigar el edificio), si no respetar a esos muertos. Lo mismo con los aniversarios fatales del calendario. Sin embargo, a lo largo de la historia ha muerto gente importante los distintos días del año, al igual que mucha gente buena y que algunos de nuestros tataratatarabuelos. En consecuencia, el luto por tantas muertes debe llevarse a cabo siempre, sin trabajar nunca.
Esta es mi propuesta: que sólo se trabaje el 1 de mayo, cosa de tampoco perjudicar tanto a las patronales (en general gustosas de hacernos trabajar en feriado), y que nunca se trabaje el resto del año. Esto sería además sin perder nuestros sueldos, lo cual equivaldría a un aumento salarial del 36400% sin necesidad de medidas inflacionarias como emitir billetes. Si alguien se opone, puede seguir trabajando. Los demás, que me apoyen.
.
CONSTANCIA C. SFORZA
(ministrabajojo del futuro)